Centrado en les artistas e impulsado por la comunidad, el MoMA PS1 acoge ideas que rompen fronteras y prácticas experimentales. Un lugar donde el público puede encontrar y comprometerse con el arte y las nuevas perspectivas, la institución ha ofrecido conocimiento de las visiones del mundo de los artistas durante casi 50 años. Impulsados por el compromiso de hacer realidad las visiones de les artistas, nuestros programas exploran las formas en que la expresión creativa puede inspirar la conexión.
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Historia
Fundado por la curadora Alanna Heiss, el MoMA PS1 (conocido primero como P.S.1 Contemporary Art Center) fue una fuerza decisiva dentro del movimiento de espacios alternativos que tomó impulso en Nueva York en la década de 1970. Hoy perdura como raro ejemplo de aquel movimiento, aún en su ubicación original —un edificio histórico del siglo XIX que albergaba una escuela pública en el corazón de Long Island City, Queens— y se ha transformado en un centro de experimentación artística y creatividad de renombre mundial.
Localizado en lo que fue un vibrante enclave industrial a solo minutos del centro de Manhattan, el PS1 se ha convertido en punto de referencia cultural y su entorno es hoy uno de los vecindarios urbanos residenciales de más rápido crecimiento en el país. El edificio fue clausurado como escuela en 1963. Más tarde, el gobierno de la ciudad facilitó su uso al Institute for Art and Urban Resources Inc., organización sin fines de lucro fundada por Heiss en 1972 para ofrecer a los artistas espacios de taller y exposición en edificios subutilizados de Nueva York.
En 1976, el PS1 abrió sus puertas con la crucial exposición “Rooms”, para la cual se invitó a los artistas a transformar los amplios espacios dilapidados del singular edificio con instalaciones específicas para cada lugar. Más de 70 artistas activaron el recinto, tradición que continúa hasta hoy con 15 intervenciones a lo largo del edificio que confirman su historia como espacio de experimentación y recuerdan la constante presencia de los artistas. Además de las obras de ubicación específica, durante 30 años el PS1 manejó el Studio Program, que ofrecía espacios de taller a artistas de todo el mundo. Aunque el programa terminó en 2004, los artistas y sus comunidades siguen utilizando espacios en el museo para talleres, reuniones y ensayos.
Las alianzas y colaboraciones con la comunidad también son parte integral del PS1. En 1980 el PS1 empezó a albergar el Programa de Donación de Materiales del Departamento de Asuntos Culturales, un proyecto de reutilización creativa que proporciona acceso gratuito a materiales para entidades sin fines de lucro, escuelas públicas y agencias de la ciudad, ahora conocido como Materials for the Arts. Desde 1982, el PS1 ha sido miembro del Cultural Institutions Group (CIG) de la ciudad en alianza con el Departamento de Asuntos Culturales, y fue el primer miembro dedicado al arte contemporáneo. Hoy el PS1 continúa forjando vínculos en Long Island City y más allá, fomentando duraderas colaboraciones con organizaciones como The Fortune Society y The Studio Museum in Harlem con la meta de unir recursos para apoyar a una mayor variedad de artistas.
Para celebrar su afiliación con el Museum of Modern Art en el año 2000, el PS1 lanzó uno de sus proyectos más ambiciosos, Greater New York, el cual se celebra desde entonces cada cinco años. Se trata de la única exposición panorámica regular de artistas que viven y trabajan en el área de la ciudad de Nueva York, y cada edición es curada por un equipo del MoMA y el PS1 junto a curadores invitados. Hasta la fecha, más de 500 artistas locales, ya sean emergentes, establecidos o poco reconocidos, han sido destacados en esta plataforma internacional.
Para fomentar la innovación de base comunitaria, la serie Sunday Sessions (creada en 2009) comisionó y presentó proyectos con colectivos, espacios DIY y organizaciones comunitarias locales, desde Black Radical Imagination y Other Music hasta Art + Feminism y Topical Cream. Ahora que se han integrado las prácticas de base temporal a la programación anual del PS1, estas funciones, residencias y eventos se han ido ampliando, y hasta la fecha han incluido a más 3,000 artistas multidisciplinares, músicos, académicos, activistas y pensadores.
Los espacios poco convencionales del PS1 han tenido siempre su encanto, y también sus retos. En 1997 tuvo lugar una renovación de todo el recinto y se creó un gran patio exterior. Aquí se lanzaron dos programas emblemáticos: la serie musical veraniega Warm Up (creada en 1998) conecta a los admiradores de la música innovadora y experimental; el Young Architects Program (1999–2019) fue una colaboración con el MoMA para invitar a arquitectos y diseñadores a crear ambientes públicos experimentales. En el verano del 2020, época de cuestionamientos y distanciamiento social, el PS1 emprendió una serie de programas en el patio, algunos a puerta cerrada y otros de contacto con el público, para abordar preguntas cruciales sobre el papel de las instituciones culturales y el espacio cívico, visualizando ecologías urbanas nuevas. Ampliando este compromiso de defensa del espacio público, en 2021 el PS1 se unió al Departamento de Transportación de la ciudad para establecer la plaza pública de la Avenida 46, un área frente a la entrada del museo que no solo ofrece oportunidades de relajamiento, sino que sirve de sede para una variedad de actividades.
Comunidad y alianzas
En el MoMA PS1 entendemos que la comunidad no es un monolito, sino una constelación siempre cambiante de artistas locales e internacionales, organizaciones y vecinos que se encuentran en persona o virtualmente para abordar, problematizar y concebir soluciones creativas para problemas apremiantes de nuestro tiempo. Refutamos la noción de que Nueva York sea un “crisol” de identidades culturales, y en cambio aspiramos a activar puntos de vista diversos, e incluso opuestos, ofreciendo y ampliando múltiples perspectivas a través de nuestra programación. Partimos de la creencia de que estar en comunidad es fomentar la acción colectiva no agencial, a la vez que reconocemos nuestra posición como museo y comunidad de trabajadores culturales capaces de aprovechar nuestros recursos tangibles en apoyo de las numerosas comunidades dentro de las cuales coexistimos.